Hace bastantes años
cerrar los ojos

era un tiempo perdido,

ahora los cierro
para vivirlo.



Sin duda,

la blancura de estas páginas
recuerdan cada detalle,

sobre ellas copio
lo que me dicta tu silencio.

martes, 26 de agosto de 2008

DESTRUCCIÓN ( a Mara )

Como livianos ruiseñores
mis dedos deshojan
la abierta rosa,
a la deriva de mis deseos,

acerco mi lengua
al claro manantial
de tu íntima música,

suavemente meces
mi leonina ternura
entre la vía láctea
de tus muslos,

como un racimo de frutas
caí de rodillas
en tu lecho fratricida,
donde la luna ondea
en mis sienes desatadas
y se estremece ...
el oxígeno de mis pulmones
ante ese mar bravío
donde un enarbolado bajel
de cruel lascivia penetra
en el resplandor de un gemido,
desgarrando el hambre ...

Yo te destruyo,
sangre amada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sabes de sobra que siempre escribiré es algo inevitable
que nace en mí.