Me arrancaron de raíz
sobre la faz de la tierra,
( hace ya mucho tiempo ),
quien tuvo vocación de niño
y soñó ser pájaro
le pisaron salvajemente las alas
o quedaron suspendidas en frágiles tiempos
de horizontes cortados a navaja.
He rodado por el mundo
más qué ningún guijarro
para olvidar el sorbo de alacranes
que envenenaron el néctar de mis sueños.
Difícilmente puedo rescatar mi nombre
asfixiar la mentira
de este humo dañino
que trafica con mi sangre,
donde un grito huérfano
crece,
al fondo.
cerrar los ojos
era un tiempo perdido,
ahora los cierro
para vivirlo.

Sin duda,
la blancura de estas páginas
recuerdan cada detalle,
sobre ellas copio
lo que me dicta tu silencio.
lunes, 27 de abril de 2009
ERRANCIA
AHORA
Ahora
desde la orilla de mis pérdidas
intento sortear sin reproches
mis propios cincuenta irreparables,
reconozco toda una vida de desconciertos
bastantes despropósitos,
toda una colección de ayeres
suspendidos en las colas
que se forman en los confesionarios,
y ahora ...
esa brisa helada
destempla mis dientes
cuando veo la vida pasar
como pasa la corriente
cuando agarras un cable pelado.
( Quizá no debiera sorprenderme,
mí olvido
es casi un hábito.)
LA SOMBRA DE LA MEMORIA
La presencia de esa lágrima desllorada
disfrazando neciamente una verdad de tantas
aferrándose a ese estribillo de momentos
que están de más
que contaminan desde dentro
el lento balanceo de un pétalo.
Podemos distraernos con el humo de la visión,
con la corteza de las palabras
urdir un tejido inexistente,
nada cambiará ...
el recuerdo
aprende que la espera
no es más
que sombra acurrucada en la memoria.