Hace bastantes años
cerrar los ojos

era un tiempo perdido,

ahora los cierro
para vivirlo.



Sin duda,

la blancura de estas páginas
recuerdan cada detalle,

sobre ellas copio
lo que me dicta tu silencio.

domingo, 21 de diciembre de 2008

MAR ONÍRICO (al mar cantábrico)

Quizá sea ese mar
agitando un pañuelo
de estremecidas algas
alargadas,

recogiendo frescos cestos de luces
entre el blanco y espumoso oleaje.


Quizá sea ese mar en enaguas
que despunta con el alba
desenredando ondeantes cabellos
tras las nubes

lanzando ondas tras los sueños
de humedades
que resplandecen en los sentidos

henchidos de velas y salitre.


Quizá sea ese mar ...

Su silencio extendido
sobre el horizonte de la mirada

sosteniendo el lento vuelo
de las gaviotas
entre los pies desnudos del amanecer

1 comentario:

Calimero Calimero dijo...

Siendo de tierra adentro, es un placer darse un chapuzón en tu "mar onírico". Buen poema. Enhorabuena.