Cuesta resistir en primera línea
tanta lapidación visual,
de nada sirve parapetarse
tras barricadas de palabras
que difícilmente pueden proteger.
Arduo es,
no pertenecer al grito,
arrancarse
sobre esta tierra vacía de intenciones,
extraviada
como nosotros,
los que ya nada esperamos.
Cumplimentando el tiempo,
sin apenas razones,
manteniéndose al límite
entre estas manos que no olvidan
que tuvieron que construir su casa
sobre este asolado siglo veinte.
Hace bastantes años
cerrar los ojos
era un tiempo perdido,
ahora los cierro
para vivirlo.
cerrar los ojos
era un tiempo perdido,
ahora los cierro
para vivirlo.

Sin duda,
la blancura de estas páginas
recuerdan cada detalle,
sobre ellas copio
lo que me dicta tu silencio.
domingo, 14 de diciembre de 2008
SIGLO XX
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario